21 de febrero de 2010

Del amor a la amistad: La Peña del Bus (femenina y... singular, sin duda!).

Se hicieron amigas en la barra... del bus. Todas trabajan en tiendas de ropa, calzado o joyerías del centro y cada día se desplazan en la línea 2 para llegar a su puesto de trabajo.

Sólo mujeres. Tienen entre 38 y 60 años y las hay casadas, solteras y separadas (tomad nota, chicos!).

Un buen día surgió la amistad en la parada de los Castros. «El primer día no dices nada. El segundo día que coincides, como ya te suena la cara saludas con un "hola". Después, poco a poco vas entablando conversaciones más largas mientras esperas a que llegue el autobús o durante el recorrido. Como el 2 cuenta con muchas frecuencias apenas hay que esperar, pero si aguardas por el 1-A te da más tiempo para charlar bajo la marquesina», comenta Isabel, una de las integrantes de la bautizada como Peña del Bus.

Con la que organizaron esta semana con motivo del carnaval, de ahí la indumentaria vaquera que lucen en la imagen, ya llevan 6 o 7 cenas desde que formaron el grupo. «La primera vez que nos vimos que no fuera en el bus o en la parada quedamos para tomar un café para ver cómo congeniábamos», recuerda Isabel. Hicieron buena migas porque tras la última fiesta llegaron a casa a las cinco de la madrugada. «Fuimos de pubs y a bailar. A los maridos, por lo menos al mío, le parece muy bien», apunta sonriente.

Ahí tienen en la imagen a las que asistieron a esta última celebración en el interior del bus donde forjaron su amistad, día tras día, tarjeta Millennium tras tarjeta Millennium, frenazo a frenazo. En la peña están apuntadas 27 mujeres que, además de irse de juerga de vez en cuando, también juegan un boleto conjunto de la primitiva. Si algún día les toca es posible que dejen de viajar en el 2, pero seguro que conservarán el contacto entre ellas. Llegamos a la parada de la Marina.


Ahora hay que indagar si hay algún dibujante que tenga como obra "El autobús de la amistad", visto que el del amor ya existe... Y si buscamos alguna experiencia más, tenemos otro ejemplo (hay miles, seguro) de cómo el bus ayuda a crear vínculos. Es así...


Fuente: Pablo Portabales en La Voz de Galicia

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