10 de septiembre de 2008

OK a la barandilla de la calle San Juan.

Vale. Después de la noticia de ayer, al Ayuntamiento -como hubiese sido de esperar- no se le puede reprochar nada: Accede al sentir común de padres, responsables docentes y ciudadanos de bien y anuncia la instalación de una barandilla a modo de protección y separación en la acera de la Calle San Juan, donde se situa el conflictivo tramo de C-BUS.

Eso sí, hay que decirlo todo: La directora de Grande Obra de Atocha había solicitado con anterioridad esta entrevista con los responsables del Ayuntamiento, pero no recibió respuesta alguna para concertar fecha hasta el día de ayer, una jornada después de las denuncias en el diario La Opinión de A Coruña y dos días antes del inicio del curso escolar.

Como siempre, hay que estar encima, y al final, deprisa y corriendo... No aprendemos.

Pero, al fin, los alumnos del colegio Grande Obra de Atocha estarán protegidos ante posibles invasiones de la calzada, evitando males probables, teniendo en cuenta el tamaño de las aceras y el paso algo más veloz que en tiempos del bus urbano por su nuevo vial.

De la reunión entre el concejal de Transportes y Movilidad, José Nogueira, y la directora del colegio, Celsa Boquete (que tiene a su cargo 1.300 alumnos y cinco líneas de autobús escolar) surge el compromiso del Ayuntamiento de instalar la mencionada barandilla y a mayores una mayor señalización de zona escolar.

De todos modos querremos ver mañana el tan temido caos que se va a formar en las proximidades del colegio, más que nada a la salida de los alumnos del centro, ya que la doble fila en las inmediaciones va a ser un tanto complicada...
Para rebajar los previsibles atascos, el Ayuntamiento indica que habrá presencia policial en la zona para regular la circulación y favorecer la entrada y salida de los escolares, un dispositivo "habitual durante los últimos años al inicio del curso", según explica el Concello en una nota de prensa.

El transporte escolar o el tren de San Fernando, sugerencias del concejal para los padres. Lo cierto es que nos hacemos cargo: todo padre hace lo que estos padres con sus hijos, ir a llevarlos de la manera más segura y eficaz posible, al igual que las recogidas. Lo que está ocurriendo es que un proceso de evolución está alterando la "habitual rutina". Habrá que reconducir las costumbres...

Fuente: La Opinión de A Coruña


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