17 de marzo de 2010

Metroligerismos: ¿Ha cambiado algo en dos años?

Reproducimos, proveniente de las páginas de opinión de La Voz de Galicia, este artículo obra de Laureano López, atendiendo a las referencias históricas y de contenido relativas al metro ligero y a su antecesor, el Tranvía.

Situándonos en su contexto temporal, aclarar que fue escrito y publicado en las páginas de La Voz allá por octubre de 2008, año del que hace referencia el autor.


La Historia se escribe a veces de la manera más extraña:

Un periodista rebusca en un cajón y encuentra un viejo proyecto municipal para poner en marcha un metro ligero. Pregunta a un concejal. Este le dice que el asunto anda un poco parado, que no es una prioridad, y así sale publicado en el periódico. Otro edil, este de la oposición, envía a los medios una nota de prensa tachando de escándalo las declaraciones de su rival, que días después es corregido por el alcalde. El metro ligero pasa del cajón a la primera del periódico. De pronto, nos encontramos con todo el mundo hablando del artefacto y se empiezan a anunciar proyectos e inversiones multimillonarias.

En el año 2000, un prototipo de metro ligero circuló unos días por las calles de la ciudad. Desde esa fecha, el cuento, con distintos protagonistas, ha saltado del cajón a los telediarios al menos cuatro veces.

Hagamos historia. Cuando el tranvía empezó a circular en A Coruña, en 1903, iba tirado a tracción sangre: eran cuadrúpedos los que movían los vagones.

El tramo empinado que empieza en la calle Cordonería, sube por Panaderas y desemboca en la plaza de España se conocía como la cuesta de la mula
, pues allí había un ejemplar de esta especie, que se enganchaba para superar el desnivel.

La cuesta de la mula

Así era conocido el tramo formado por lo que hoy son las calles Cordonería y Panaderas. En el resto de las líneas de la red tranviaria, dos mulas se bastaban para hacer los recorridos, pero en esta exigente cuesta se precisaba más fuerza animal. Por ese se colocó una mula extra a la entrada de la Cordonería, que ayudaba a llevar el vehículo hasta lo que hoy es la plaza de España. El animal concluía su labor y, guiado por un empleado de Tranvías, regresaba al punto inicial. Así fue durante un tiempo, pues al final la mula se acostumbró a hacer sola el recorrido.


A Coruña del 2008 vuelve a necesitar tranvía, ahora en su versión moderna. Ocurre que el proyecto avanza al ritmo de aquella mula que subía la cuesta empinadísima de la calle Panaderas. A mediados de los años 90 desde María Pita ya se hablaba del metro ligero como la solución al problema del transporte público en la ciudad. El planteamiento que se hizo entonces sigue vigente: entre otras cuestiones, estas máquinas tienen plataforma propia y garantizan la puntualidad y la frecuencia que el bus jamás podrá ofrecer.

En 1997 se inauguró en la ciudad la línea de tranvía histórico, cuya vocación es y sigue siendo turística, pero de la que se dijo que era el germen de la futura red de metro ligero, una especie de laboratorio de experimentación para familiarizarse de nuevo con los raíles y los tranvías, que habían desaparecido de la ciudad en 1962. [A partir de un tranvía, se fueron sumando unidades desde entonces]



Entonces, el Ayuntamiento hizo público un estudio en el que la línea urbana básica era la que recorría la ronda de Outeiro desde Los Rosales hasta los Castros, a partir de la cual se generaban ramales a otros barrios. El proyecto planteaba también llevar el metro ligero hasta Sada, como en los tiempos del tranvía histórico. Entonces...,

¿Y A Coruña? Fue pionera en el planteamiento, pero llegará tarde al metro ligero. Ni el Gobierno ni la Xunta ni Europa creyeron en ese servicio, pese a que los expertos insisten en que es el ideal para ciudades de tamaño medio como A Coruña. Y sin financiación extramunicipal, el metro ligero se aventura inviable económicamente.

Ahora, la idea a la que dieron la espalda gobiernos de todos los colores vuelve a estar en boca de todos aquellos que, a lo largo de estos años, han tenido la oportunidad de demostrar su compromiso con algo más que con palabras.

Llegar tarde al metro ligero (a día de hoy -oct.2008-, sin fecha) es ya casi un clásico coruñés. Mientras en 1903 por A Coruña la cosa iba de mulas, en Madrid, Barcelona, Zaragoza y Bilbao los coches se movían con electricidad. En el 2008, la realidad es que por la urbe circula apenas la promesa de un nuevo proyecto y en muchas otras lo hace un metro ligero de los de verdad, el mismo que A Coruña soñó muchísimo antes que ellas.

Fuente: La Voz de Galicia (octubre de 2008)
Foto tranvía: blog busurbano
Foto Metro Ligero: Bierzotren.com
Enlaces señalados a ciudades acorde con el tiempo presente.

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