9 de marzo de 2016

A raiz del "Caso Langui", los usuarios de sillas con motor exigen más accesibilidad en los autobuses.

Venimos de vuelta del "Langui-Gate" y no nos hemos querido meter en berenjenales porque las primeras informaciones fueron tan confusas, difusas y semifusas que no valía la pena arriesgarse a que surgiesen comentarios de inmediatez gratuita, de todo tipo y modo, de quien no tiene ni idea de los detalles (nos incluímos, por descontado).


Como ya sabréis y habréis leído y escuchado, el caso, resumidamente, venía a ser el siguiente:
El Langui (el actor/rapero Juan Manuel Montilla),por causa de sus circunstancias particulares de movilidad, se desplaza habitualmente en un vehículo que, por sus características, no es estrictamente una silla de ruedas.
Por esa circunstancia fue por lo que un día el conductor del autobús que pretendía usar no le permitió la entrada. Como protesta, se plantó delante del autobús (de una línea interurbana madrileña) y bloqueó su salida tres horas. El caso es que el Langui fue desde años ha usuario de esa línea y jamás había tenido tal contratiempo. Para infortunio de la empresa, la escena se violvió a repetir días después.

Los argumentos que esgrime el actor son del todo comprensibles, sensatos y totalmente legítimos: exige poder utilizar cualquier autobús y poder desplazase como todo el mundo sin obstáculos que no sean insalvables a estas alturas del progreso.

Y de momento, las cosas discurren a su favor y a favor de todos aquellos que tenían el problema pero no el altavoz.

Por contagio, en Zaragoza ya se estaban dando casos similares, pero lamentablemente, hoy en día si no eres "alguien" o no conoces a otro "alguien", a menudo las quejas y protestas (por mucha razón que se tenga) se apagan como el eco en las montañas.

El caso Langui aplicado en Coruña

Veníamos presumiendo todos (nosotros también nos felicitábamos) de que en este año 2016 TODOS los buses de la Compañía de Tranvías conseguirían la consideración de ACCESIBLES.

De los años 2007-2008 para adelante, todas las unidades incorporaban de serie rampa telescópica -con mayor o menor porcentaje de funcionamiento optimo cuando se necesitaban, bien es cierto, pero bueno...-.
Más recientemente, los últimos en llegar, los flamantes Mercedes Citaro C2 traen más trabajado el espacio para carritos y sillas en su interior.

Y del resto, las pocas unidades "antiguas" que todavía superviven en ruta (Mercedes Benz de los años 94 por ejemplo, sin rampa de serie) han estado siendo intervenidos de urgencia para adaptarles unas rampas; manuales, eso sí; pero rampas al fin y al cabo.

Bueno, todos no:  A primera semana de marzo, los últimos dos aún en proceso todavía; será a su finalización cuando al menos en un principio -Langui aparte- la flota pueda se considerada accesible 100%.

Pero... ¿ocurre acaso que todo esto no sirve de nada y no hay una verdadera accesibilidad para estos vehículos inmersos en la polémica del mes de febrero...?

(...)


Recuperamos un artículo de La Voz de los últimos días de febrero de 2016,  en el que Mónica Forteza (una habitual del blog en temas de esta otra movilidad) comenta y analiza la cuestión tanto en el ámbito del bus urbano como en el interurbano:

Usuarios de sillas con motor exigen
más accesibilidad en los autobuses

Reclaman «valentía a las administraciones» para regular la eliminación de barreras.

Cuando todo el mundo pensaba que el transporte público en España estaba perfectamente adaptado para personas con movilidad reducida, un famoso rapero y actor ha logrado, poniéndose delante de los autobuses de la comunidad de Madrid, advertir de que eso no es cierto.

Después de que un conductor lo dejase en tierra, alegando que su silla motorizada no podía subir al vehículo, Juan Manuel Montilla, El Langui, no ha parado hasta llamar la atención del país entero sobre las graves deficiencias en la accesibilidad del transporte público.

¿Tienen el mismo problema los coruñeses con movilidad reducida? 
La respuesta es sí.

La totalidad de los buses públicos en la ciudad están adaptados para el transporte de sillas de ruedas tradicionales, pero el problema lo tienen los usuarios de sillas eléctricas, cada vez más usuales. Su peso supera los cien kilos, a los que hay que sumar los de la persona, de ahí que haya rampas de algunos autobuses que no lo soportan, sobre todo los comarcales. -dice Mónica Forteza, una de las afectadas-
«Lo saben en la Compañía de Tranvías y están poniendo todo de su parte para solventarlo. La solución sería que estuviesen reguladas las ayudas técnicas que posibilitan el acceso al transporte público de sillas motorizadas o miniescúteres, y así, obligar a los fabricantes a introducir esas mejoras en buses y trenes»

Esta artista, muy conocida por sus intervenciones semanales sobre accesibilidad en el programa Voces de A Coruña que dirige Pablo Portabales en Radio Voz, sostiene que...
«... el verdadero problema es la falta de valentía por parte de las administraciones para regular esas ayudas técnicas»

Cree que no solo hay que solucionar esos fallos en los sistemas de acceso al transporte, sino también establecer un reglamento para el uso de esas sillas motorizadas. No todo el mundo puede tenerlas. Y, sin embargo, se dan casos en que el usuario sufre accidentes por no estar capacitado. Hay que tener en cuenta que estos miniescúteres puede alcanzar los 16 kilómetros por hora y pesar 120 kilos.


Se pregunta también cuándo estará perfectamente adaptado el transporte público que circula por la comarca coruñesa para el traslado de personas con movilidad reducida, vayan sobre lo que vayan; sobre una silla de ruedas o una motorizada.

El real decreto 1544/2007 estableció una fecha límite para ello. El 4 de diciembre del 2017, en A Coruña deberá haber 25 eurotaxis adaptados. A día de hoy hay seis. ¿Se avanzó algo? Desde Grumico (Grupo de Personas con Discapacidade da Coruña) reconocen que sí. Pero este colectivo, pese a agradecer las mejoras, exige que lo mucho que queda por hacer se haga lo antes posible. Y por ahora no se hace «todo lo bien que se debería», y ni siquiera hay un reglamento que regule las sillas motorizadas.

Como dice Mónica Forteza...
«...tenemos derecho a utilizar el transporte público; el tren, el bus, el avión o el taxi en cualquier tipo de silla, tanto tradicional como con motor»

El transporte adaptado de la comarca hay
que pedirlo con dos días de antelación...

Si el problema sólo fuera que las rampas de acceso a los buses no soportan el peso de una silla motorizada... Las personas con movilidad reducida tienen muchos más y «muy gordos», dice Forteza.
  • Imagínese que usted no tiene coche, se desplaza en silla de ruedas y de pronto le surge una reunión urgente, por ejemplo en Sada. Pues sepa que no podrá ir más que en taxi, porque los buses adaptados, en la mayoría de rutas de la comarca, hay que pedirlos con un día o dos de antelación porque no hay flota suficiente.
  • Imagínese que necesita viajar en tren a Lugo. Ha de saber que tendría que estar en la estación a las seis y media de la madrugada para solicitar un espacio en el convoy, pues es el único en toda la jornada que está acondicionado.
  • Imagínese que necesita ir en tren acompañada y asistida por su madre. A ella la obligarán a comprar un billete de primera porque es en ese vagón donde se encuentra el espacio adaptado. 
«Son muchos problemas los que tenemos y no hay voluntad ni valentía política para solucionarlos»

Todas esas situaciones no se las tiene que imaginar esta activista de la movilidad porque le pasan con frecuencia. Ya ha librado y ganado muchas batallas por la accesibilidad en la ciudad. No se ha puesto delante de los buses como El Langui, pero poco le ha faltado.

Pide al mundo que se sitúe en la piel de las personas con alguna minusvalía.

Y que no crean a las autoridades cuando dicen que hoy en día todo el transporte público está adaptado, «porque no es cierto». 

El 4 de diciembre del 2017 estará todo arreglado, «sí o sí».
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En cuanto al desenlace -provisional- de lo ocurido con el Langui, lo que ha conseguido este chico es que el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) haya firmado con el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) un protocolo provisional para regular el acceso de sillas de ruedas motorizadas a los servicios de transporte público regular de viajeros por carretera en autobús con el fin de agilizar el acceso universal de las personas con movilidad reducida (PMR).

Pedro Rollán, consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, ha explicado que se trata de una medida temporal hasta que la Comisión Técnica de Accesibilidad, que ya estaba trabajando en este tema, pueda proceder a la modificación del Reglamento de Viajeros que regule el acceso con este tipo de vehículos a los autobuses, una tramitación que necesita de cuatro a cinco meses.

Fuente e imagen: La Voz de Galicia 
Langui en Hola, El País
autobuses-autocares.com

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